Me dice Marcos en un comentario – via Anxo, vaya cachondos los dos - que sí, que sigue queriendo saber cosas de cómo era Chueca antes. No lo entiendo. Que lo eche de menos yo, pase, que era mi juventud, ¡pero lo tuyo es gerontofilia! Jajajaja, es broma. Si preguntas a cualquiera de ésa época, hemos perdido muchas cosas con los años. Bueno, ya saldrán más historias, y luego contaré la del muchacho del yogur, aunque tampoco es que tenga mucho merendengue, la verdad.
Para los que sigáis curiosos, con 19 años escribí una historia, “Fuera de las Reglas”, que cuenta muchas cosas sobre cómo era ser gay entonces en Madrid. Lo publiqué esta Navidad, y lo podéis encontrar aquí. Tiene varios miles de entradas, para mi sorpresa, pero solamente tres o cuatro comentarios de amigos, jajajaja. En realidad, no sé si lo leyó alguien entero.
A ver, más cosas: PistasDelFuturo va bien, mejor de lo esperado, pero la verdad es que es mucho trabajo. Necesito AYUDA. Por favor, si os gustan los temas de medicina, tecnología, Internet, temas gays o sociales, y queréis colaborar, enviadme un email a colaboraciones@pistasdelfuturo.com Me quedan unos meses de sabático, pero si para entonces no tengo ayuda, tendré que dejarlo y ponerme a hacer algo serio. Y sería una pena, porque hay muchas noticias ahí, especialmente gays, que no nos llegan en español.
Por cierto, blogueros del demonio, poned a Pistas en vuestros links, y comentad en vuestros blogs que existe, que vuestros lectores lo conozcan: cuántos más lo lean, mejor que mejor. BTW, los sábados pondré un resumen de la semana de noticias
Y ahora, prometido es deuda: el muchacho del yogur.
Supongo que recordaréis a mi amigo J – que no, que no es mote bloguero, todo el mundo le llamaba así -, mi antiguo jefe que gustaba de follar bajo las banderas del despacho oficial, pues ese.
Resulta que un día, cuando todavía vivía con su madre, se levantó un chapero muy mono en el Blanco – Black&White para los de provincias, jajajjaa – y se lo llevó a casa.
Al día siguiente, todos al verle le bromeamos porque queríamos saber si había tenido que pagar o se lo hizo de gratis. Pero el pobre J no tenía el chichi para farolillos.
Nos contó que al llegar el muchacho le pidió un yogur. J, babeándose encima, se fue despacito a la cocina, procurando no hacer ruido por el pasillo para no despertar a la madre. Llegó, y estuvieron todo el rato (censored) Lo siguiente que J recordaba era amanecer con dolor de cabeza, todo manchado de yogur.
Y la casa desvalijada, jajajjajjajajajja
Aclaro: Fueron solo unos meses, pero hizo furor en Madrid. Es como el beso del sueño de las prostis, pero version gay, juajuasjuas. Te ponían unas gotas de algo en el yogur, y adiós. Lo alucinante es que la madre tampoco se despertó, aunque, pensándolo bien, mejor que no se despertara, ¿no?
Cuidaos. Mañana, más.
1 comentario:
Ken cielo se te ha olvidado contar el cachondeo padre que tuvimos al día siguiente a costa de J, bueno nos duró un par de meses pero el día siguiente fue bestial, que panzada a reirnos....
Besos Barbie..turica
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